Experiencia del Encuentro de Permacultura Sureste en Verano 2017

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ENCUENTRO DE VERANO DE LA REPESEI EN “PERMACULTURA LAGUAR”; FLEIX, VALL DE LAGUAR (ALICANTE) DIAS 21 A 23 DE JULIO.

Una treintena de participantes (incluidos los 6 del prólogo) se han dado cita los días 21, 22 y 23 de Julio entre el verdor y la calma que se respiran en el proyecto Permacultura Laguar, a las afueras de Freis, en Vall de Laguar, cerca de Denia (Alicante). La REPESEI (Red de Permacultura del Sureste Ibérico) celebraba su encuentro estival, uno de los cuatro que se dan al año, con cada estación. Gran afluencia de la familia murcianica, centro de esta bioregión y cuyos proyectos e iniciativas los están petando últimamente.

El plan era sencillo y la agenda distendida: un poquito de trabajo comunitario, comida sana, orgánica, simbiótica y deliciosa, puesta en común de la visión permacultural con el proyecto anfitrión como ejemplo, música, baile, celebración y mucho tiempo para el encuentro, el reencuentro, la amistad, el descanso y el disfrute.

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Las torrenciales lluvias del pasado invierno habían ocasionado desperfectos en los revocos de la casa de paja y en algunos de los caminos. Y puestos a revocar también subirle un trecho a la choza de cañas.

Manos a la obra. dos equipos se pusieron a amasar. Una parte de arcilla, una parte de arena y una parte de paja nos dieron como resultado una consistente, plástica. y duradera mezcla. Barro de la creación; el adobe de nuestros bisabuelos. Con las manos como nuestra mejor herramienta utilizamos este barro en paredes y muros. construcciones sencillas para albergar nuestras vidas en armonía con el entorno: utilizando la tierra para construir, para construirnos, como la humilde avena utiliza la tierra para construirse a si misma. decenas de manos pintadas del mismo color, ayudando juntas a proteger nuestros sueños al mismo tiempo que nos unían en la construcción de un sueño común. Manos tendidas dispuestas a ayudar a todo aquel que necesite una mano.

Tampoco desmerecer el trabajo que realiza una buena azada como extensión de unos vigorosos brazos. Una buena mezcla de pericia, maña, y sudor apañaron el acceso que las lluvias habían deformado. Pericia y maña que al día siguiente también limpiarían el acceso hasta la fuente, comida por las malezas.

Y mientras en la cocina al aire libre, las verduras de nuestras huertas mezclaban para ofrecernos refrescantes ensaladas.

Jesús, capitán del proyecto “Permacultura Laguar” nos brindó por la tarde una clase p´ráctica de construcción y diseño en Permacultura al mismo tiempo que nos guiaba por la ruta a través del fantástico vergel que nos acogía. Alentábamos al fresno, a la encina o al cerezo silvestre a que compitiesen con los omnipresentes pinos. en un canto a la biodiversidad. Todos los asistentes nos empapamos del conocimiento grupal, compartiendo los saberes, las formas y misterios llegados de cada lugar. magistral clase que pocas universidades podrían impartir.

Tan pronto como cayó la noche cayó la cena, para disgusto de unos pocos rezagados. Ay ¿que sería del paraíso sin dificultades que solventar? Menos mal que ningún problema es tan grave cuando la despensa esta llena.

La ingeniosísima estructura de cañas que durante el día nos resguardaba del sol, nos sirvió a la noche como telón de nuestra celebración. Guitarras, djembes, maracas y sonajas daban ritmo a los cantos y bailes. Una explosión de satisfacción, un gozo y un disfrute el poder formar parte de esta cuadrilla de locos, que en su feliz algarabía expelían locura por cada poro de su piel sin complejos ni miedo a que nadie nos diga lo locos que estamos. Eramos (y somos) personas de verdad, sinceras, celebrando la vida. ¡Y que viva Cuba libre y el arte y el son cubanos!

Siguiente día, Domingo. Por cinco horas se extendió el desayuno y la tertulia que lo acompasaba, al tiempo que los unos y las otras se desperezaban y arribaban desde las zonas de descanso: la zona de acampada, en donde entre los árboles habían surgido un puñado de tiendas como gigantescos champiñones y por otro la yurta, tradicional construcción móvil de Mongolia en la que puedo asegurar que se duerme de lujo.

 

Ya todos juntos compartimos un círculo de yoga, relajación y conexión. Circulo que nos llevó a la asamblea en la que los socios de la REPESEI y demás colaboradores pusieron al día los asuntos, los proyectos, las uniones y demás intervenciones que la Red promueve en el sureste ibérico. Aunando proyectos, aunando ideas y visiones; por que entendemos que es del trabajo común, de la visión común, de donde surge el trabajo correcto. Una asamblea horizontal, bien estructurada y organizada, con los roles claros y bien dinamizados, abierta, como la conciencia de sus partícipes: la clave del éxito.

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La tarde se pasó entre despedida, alegres no obstante, pues sabemos que seguimos juntos. Y para su sorpresa, quiso brindarle la vida al Permacultor que escribe un reencuentro especial e inesperado, con la primera persona que le había hablado de este acogedor valle, hace ya bastantes años. Gracias, por que todo se haya conjugado así.

Y gracias a la REPESEI y a la familia del sureste ibérico. Cuando al Permacultor Celtíbero le entraron las ganas de llevar a cabo este viaje en que se encuentra se puso a investigar. Le pareció que en la cercana región de Murcia es estaba moviendo una energía interesante y decidió partir en su rumbo. Ahora, habiendo conocido unos y otros proyectos, habiendo trabajado por lo que siempre quiso trabajar y habiendo aprendido más aún de todo cuanto le fascina; este humilde campesino solo quiere agradecer a las personas que se encuentran tras esa energía, a toas ellas. Tan bellas, tan buenas, que a un desconocido le han abierto las puertas de sus corazones, como a uno más de la familia.

Gracias hermanos era esto lo que quería encontrar.

Esto es lo que buscamos.

“Somos Permacultores,
campesinos campesinas,
con ovarios con cojones,
disfrutando de la vida”.

             LuisRo

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